Ayer antes de ir al cine a ver El Orfanato con mi tía, hermana y primos, fuí a ponerme la vacuna de la alergia, coincidiendo a mi llegada a la consulta con que hacía 5 minutos que la ATS se había pirado a tomar un café por que no había nadie esperando. Joder, ¿No se supone que voy aun seguro privado? ¡Que eso lo hacen los funcionarios, leches!
Gracias a que me había llevado el Mp3 y a encontrarme allí a un chaval que hacía mucho que no veía, aguanté la hora que pasé allí con bastante entretenimiento.
El caso es que había por ahí una revista y me la leí casi entera, llegando a un relato-hitoria corta de... mierda, exactamente ahora se me acabad e ir su nombre... no sé, es un escritor famoso, si recuerdo su nombre edito la entrada. Dado que tenía tiempo de sobra, pues me copié parte de la historia en la libreta, más o menos trataré de escribirla entera, pseudoinventándome las aprtes no copiadas:

Trataba de un hombre, en la playa con su familia en un "atardecer de quitar el hipo", y una voz le hablaba.
-¿Eres feliz?
-Sí, lo soy... pero espera, tú quién eres.
-Soy el demonio, y me resulta curioso que respondas así, pues la virtud no es más que un lado del terror. Todos los que por aquí ves están aterrorizados. La pareja que corre salpicando las olas temen envejecer y dejar de amarse. La joven de la novela en el chiringuito está aterrorizada por no encontrar al amor de su vida. El chaval de la arena no puede dejar de pensar en no agradar a sus padres, quienes no logran evitar creer que el uno no ama lo suficiente al otro.
Todos están aterrorizados por alguna razón. Todos. Ya sea por no destacar por sus virtudes, o por destacar por sus defectos. O por no destacar por unos ni por otros.
Y tú sin embargo aseguras ser feliz. Replantéatelo, y una vez que veas la respuesta, al menos sabrás a partir de ahora que no eres el único destrozado por las dudas internas.

Pensativo quedó el hombre, y ante el amago de desaparecer d esu interlocutor respondió.
-No te vayas todavía. Antes tengo que decirte una cosa.
Hace tiempo mi padre me contó la historia de un manzano tan cargado de manzanas que sus ramas no hacíasn música al rozarlas el viento. Poca gente se fijaba en él pues no le oían, y alguien le preguntó por qué no intentaba llamar la atención como hacían los demás árboles.
"Mis frutos son mi mejor propaganda"- Respondió el árbol.
Es verdad- Continuó el hombre en la playa- que no me diferencio gran cosa de los demás y que mi corazón alberga muchos miedos y dudas, pero a pesar de todo los frutos de mi vida hablan por mí y, aunque algún día pueda sucederme alguna tragedia, sé que no he dejado pasar mi vida sin más. Pues quién no se arriesga no gana nada.
Y al demonio no le quedó más remedio que alejarse y tratar de asustar a alguien más débil.

Sin pretender sacar nada de ella. Sin más me resulto interesante, me gustó. Sobre todo la última frase, y además, ¿No la iba a haber copiado en la libreta para nada no?

PD: Perdón por la mala transcripción...